El 2 de mayo de 1983, Microsoft no solo introdujo su procesador de texto Microsoft Word, sino que también marcó un punto de inflexión en la forma en que interactuamos con los ordenadores al dar uso al botón secundario del mouse. Aunque el mouse ya existía desde los años 60, fue en este contexto que Microsoft comenzó a aprovechar plenamente su potencial dentro de una interfaz de usuario más accesible.
El botón secundario del mouse, también conocido como clic derecho, fue diseñado para ofrecer funciones contextuales. Es decir, al hacer clic derecho sobre un elemento en pantalla, el usuario puede acceder a un menú con opciones relevantes para esa situación específica. Esta innovación simplificó la navegación y mejoró la eficiencia al trabajar con software, especialmente en entornos como Microsoft Word.
En lugar de buscar comandos en los menús principales, el clic derecho permitió a los usuarios acceder rápidamente a acciones como copiar, pegar, cambiar el formato del texto o insertar elementos. Esta fue una gran ayuda, especialmente para usuarios principiantes, ya que reducía la necesidad de memorizar atajos o explorar complejos menús.